Ascender

Sin temor al qué dirán
me someto a ser fusilado
al natural horror del corazón.
Revolucionó las arterias
al despertar en la ciudad
dando aleluya a cada estrella fugaz
ritmos tibios de un orgasmo para dos.

Que Dios no me apure a despertar
si ya no estás para deshacer
las guerras de amor, solo dime adiós.
Así volverás a brillar, ahora todo es posible
si nuestro momento es sombra en la oscuridad
al querer cosas infinitas ¿Qué nos trajo hasta aquí?
¿Dónde está el ámbar que incitaba noches de insomnio?

Photo by Edgar Chaparro on Unsplash

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