Cuando los hombros ya no soportan el mundo

Antes de convertirnos en silencio
los versos brillarán como luciérnagas,
solo déjame respirar estos besos que se escapan
como un suicidio en legitima defensa.

La piel iremos desandando con cada suspiro
y los latidos de un corazón monocromático
quizás lograrán al cielo agrietar.
Detrás de las palabras obtendré respuestas.

De ti sobre mi algo queda
más allá que roces accidentales
herencia de caricias con cada estación
luces y sombras, espirales en la habitación.

Bajo la luna ¿por qué no soñamos?
de bailar en el fuego hasta ser ceniza
o esperar que nieve en esta ciudad.
En las últimas horas de mi vida te quiero aquí.


Photography: Endless Possibilities by Carlos Henrique Reinesch
©2012-2015 oO-Rein-Oo

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